lunes, 31 de octubre de 2016

DESPOJAN “VILLA MERCEDES”, CASA MUSEO DE HAYA DE LA TORRE EN VITARTE

Haya de la Torre en campaña presidencial de 1931
Haya de la Torre, el 7 de Mayo de 1924, con ocasión
de la fundacion de la A.P.R.A. en México



ʺLos delincuentes se llevaron estantes de libros, cuadros, sillas y la cama del histórico líder fallecido en 1979… los ladrones dejaron varios muebles desarmados. “Es muy grave lo que está sucediendo en contra de Víctor Raúl Haya de la Torre, declaró. Hace unas semanas se han robado el busto de la Universidad Nacional Federico Villareal. En la tumba de Víctor Raúl en Trujillo se han robado una de las piedras que la protege (...) Esta es una cosa sospechosa, una provocación contra el partido aprista peruano” (declaraciones del ex presi-
dente del Congreso, César Zumaeta 
Flores a RPP Noticias, 18-9-2016).

Víctor Raúl,
En vida te despojaron de todo. De la única casa que adquiriste a lo largo de toda tu vida. Tu casa estaba ubicada en el kilometro 46 de la carretera de Lima a Matucana, en un pueblito que se llama ahora Pariamarca y la estabas pagando sol a sol, gracias a una hipotecad con el banco. Vinieron a buscarte para matarte, como consecuencia del estallido de la revolución del 3 de octubre de 1948, contra el presidente Bustamante y Rivero. Como no te encontraron se llevaron tus valiosos libros, escritos, tapices, pinturas, artefactos electrodomésticos, ropa, zapatos, camisas, revistas, muebles. Te confiscaron los autógrafos y fotografías de tus antepasados y amigos famosos como Albert Einstein, Romain Rolland y Walt Disney y se llevaron hasta tus perros. Nada fue nunca suficiente para tus detractores; ni el haber cortado todas las vías legales que llevaban al poder político para ti y para tu alianza política latinoamericana que tacharon de “partido internacional” a través de una ley, ni el precio tan alto que tuviste que pagar en lo personal que fue el de tener que sacrificar la posibilidad de formar una familia. Tenías que ser despojado absolutamente de todas tus pertenencias en castigo por tus ideales para un Perú más igualitario y justo. Y si hubieran tenido a Dios como a su aliado, te hubieran despojado también de tu vida para acallar tu voz y ahogar en el terror de los calabozos tu mensaje. Pero no lo consiguieron. El destino no les permitió alcanzar ese último objetivo. La providencia estuvo de tu lado. Y si bien te privaron de tu libertad los años 1923 y 1932 y otra vez entre 1948 y 1953; no pudieron jamás arrebatarte tu derecho a la vida, ni tu derecho a la libre expresión por completo. Te dispararon varias veces, pero cual predestinado o protegido por la mano de Dios siempre escapaste ileso de la encarnizada persecución policial o militar del régimen de turno. El pueblo daba su vida por protegerte y tu dabas la tuya por defenderlo. Y seguías escribiendo a pesar de la censura; te seguías comunicando a través de mil argucias, gracias a la red secreta conformada por tus seguidores y desde el encierro, en plena clandestinidad.

Tal vez ese fue el peor castigo para tus enemigos, aunque tú preferiste llamarlos simplemente tus “adversarios políticos”, extendiéndoles la mano, como lo hacen los auténticos prohombres; de modo que si querían acercarse a ti, y a tu organización, siempre pudieran hacerlo.
Los peruanos y peruanas ya no te conocen. Se preguntan qué tienes tú que ver con ciertos ex presidentes y hoy magnates que nos han gobernando llevando la insignia y las banderas del movimiento continental que tú fundaste, un 7 de mayo de 1924 en el pecho. La denominada “Alianza Popular Revolucionaria Americana”. En  parte tienen razón de interrogarse de esa manera. La A.P.R.A y el P.A.P. no significan lo mismo. Con razón algunos critican que el A.P.R.A del siglo pasado, movimiento continental lleno de mística ya no aterriza en los objetivos inmediatos del  partido aprista peruano, su brazo político a nivel nacional.
Ojalá este execrable acto de ofensa y escarnio a tu memoria que pretende desmoralizar al creyente, provocar el desconcierto en la opinión publica y generar un fisura genere el efecto contrario, dándonos a conocer tu mensaje. Leeremos nuevamente y por curiosidad tus ideas y propuestas. Porque tu memoria es inmaculada dentro del aura de pureza, limpieza moral y pobreza material que rodearon tu vida hasta el día de tu muerte; estos robos de cosas materiales son incapaces de vulnerar tu legado.
Los ladrones se llevan tus valiosas colecciones y también tus valiosas condecoraciones. Es una lástima, para ellos y su supina ignorancia, que no puedan jamás destruir tu pensamiento, plasmado en centenares de libros, en decenas de bibliotecas de España, Francia, Alemania, Bélgica, Estados Unidos, México, Chile, Venezuela, Costa Rica, Uruguay y muchos otros países más; tampoco tus Obras Completas, distribuidas a través de la red mundial del Internet. Es así como un acto vil y material que tenía como intención despojar al pueblo peruano de tu legado se convierte en un acto imposible donde la fuerza de tu espíritu presente en toda tu obra intelectual, termina venciendo al mal en todos los frentes.
Fundaste la izquierda democrática peruana, una izquierda responsable. A tus luchas sociales y liderazgo estudiantil y sindical, le debemos todos nosotros, los peruanos, la existencia de una educación superior gratuita y la conquista de la jornada laboral de las ocho horas. Por mencionar tan solo dos ejemplos de tu larga lista de luchas y reivindicaciones sociales alcanzadas antes que cumplieras los 24 años de edad y por lo tanto antes que sancionaras desde el exilio la fundación del partido aprista peruano en setiembre de 1930.
De tus frases célebres, Víctor Raúl, esta es una de las que no pierde vigencia: “Sostengo que la gran fuerza de la unidad americana no esta en lo europeo que nos envuelve, sino en lo indígena que nos arraiga”.
Eres por esa razón, Víctor Raúl, y por muchas más, LEGADO INTELECTUAL Y MORAL, NO SOLO DE TODOS LOS APRISTAS, SINO DE TODOS LOS PERUANOS. El brazo izquierdo en alto, te damos las gracias en nombre de toda la generación del los 80 y 90.
Rocío Valencia HDLT.

jueves, 20 de octubre de 2016

JAHAIRA Y LOS DERECHOS DE LA MUJER PERUANA

 “Toda persona tiene derecho al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar así como a la voz y a la imagen propias”

(Constitución de la República, Título I, capitulo I, Art. 2º, inciso 7)

El caso de Yahaira Plasencia, abre nuevamente el debate de dónde hemos colocado los límites a la prensa chismosa en nuestra sociedad o mejor dicho dónde terminan los derechos de estos deleznables “reality shows”, “programa-odios” de T.V. que a pesar de estar prohibidos en otros países vecinos han vuelto junto con Beto Ortiz y Latina T.V. a nuestro país, generando toda clase de pasiones que van desde el morbo histérico y las lágrimas hasta el odio y el repudio. Prohibidos en otros países porque se nutren del circo y del escarnio a expensas de muchas reputaciones honorables, pagando dinero a sus invitados por hacer quedar mal a alguna celebridad. Esta televisión chatarra, transmitida en vivo a través de la T.V., utilizando siempre a un tercero culposo, el “invitado”, transgrede indudablemente un derecho fundamental de la persona humana, como es el derecho al honor y a la intimidad.

¿Pero quien es Yahaira Plasencia?. El domingo 9 de octubre, en el programa de ATV conducido por Pamela Vertiz, dentro de un reportaje grabado fuera del set, pudimos ver a esta chica de 22 años, llena de sueños, de éxitos y tal vez de algunos tropiezos como es normal en cualquier joven de su edad. Más somos sus admiradoras que sus detractoras ya que nadie a los 22 años hubiera sido capaz de soportar los ataques en carga montón que la cantante de salsa ha sido capaz de soportar de parte de ciertos medios de comunicación a lo largo de todo el último año. Y todo esto ocurre desde que se hizo novia del famoso futbolista, Jefferson Farfán. Como si buscaran castigarla por esta relación sentimental y romper su compromiso, la campaña mediática en su contra se vio intensificada a lo largo de este último mes, por culpa del programa de Beto Ortiz, “El valor de la verdad” de Latina T.V.
¿Es posible abusar del derecho a la libre expresión para acosar, perseguir, calumniar, difamar y por último “vender” socarronamente una “historia” que pertenece únicamente a la intimidad de una joven que goza de igualdad de derechos que cualquier otro ciudadano y ciudadana y que en lugar de defenderla, otras mujeres la hayan criticado y le hayan hecho una auténtica cacería de brujas, insultándola incluso en la calle?; ¿pero si el calumniado de infiel hubiera sido su novio, entonces el mal hubiera sido menor y el veneno más dosificado?. ¿Qué está pasando con nosotras las mujeres peruanas que más fácilmente perdonamos el error en un varón que cualquier falta en otra mujer?

Todo esto solo comprueba que el machismo es igual de fuerte o más en las mujeres peruanas que en los varones. Una chica que tiene fama, dinero, éxito, juventud y belleza no puede atreverse a dar un paso en falso porque la sociedad se la come frita y en primer lugar: el resto de las mujeres. El hombre que haga lo que le de la gana y todos nos reímos porque para eso es hombre. ¿Será un poco esa la filosofía?. ¿Acaso nos hemos fijado por un segundo en la bajeza de un tipo que es capaz de vestirse, salir de su casa, ir a un programa de T.V., hacer declaraciones acerca de la intimidad de alguien que hasta ese momento era su amiga y encima recibir dinero por declaraciones más que comprometedoras?. ¿Declaraciones que vulneran el honor y la buena reputación de una cantante que se encuentra en todo su apogeo?. Felizmente hay caballeros que sí se ocuparon de escribirle algunas verdades a este sujeto, cuyo nombre no mencionaremos, lo que se merecía en las redes sociales. Sorprende que no haya habido un grupo de mujeres, las supuestas “feministas” protestando por la vulneración a los derechos de la antes llamada “reina del Toto” y por la campaña sucia emprendida viciosamente en su contra en los diarios y en algunos canales de televisión, durante todas las noches y mañanas que siguieron a la emisión del mencionado programa. Tal vez sea porque no había la posibilidad de recibir ninguna financiación internacional por la defensa de los derechos de una única artista. 

Así como los gays defienden su honor y su identidad marchando por las calles y diciendo que no tienen vergüenza de ser gays, ya es hora que las mujeres peruanas marchemos por las calles también, no solo para exigir un alto a la violencia y al maltrato físico por parte de los hombres, sino y sobre todo también para exigir el respeto dentro de la sociedad de nuestros derechos sexuales y del derecho a nuestra intimidad.  El derecho a decir que no a un jefe que nos acosa sexualmente a cambio de un favor laboral. El derecho a decir que no al esposo cuando no deseamos tener relaciones con él. El derecho a tener mil o ningún amante y que la sociedad, en especial las mujeres no nos señalen con el dedo de raras ni de zorras, ya que la mujer tiene el derecho a elegir si quiere ser esposa o no; si quiere ser madre o no; y si no quiere ser de nadie también. 

EL FALSO “LEGALISMO” DE ROBARLE EL PAN A LAS VIUDAS. Respecto al régimen del Decreto Ley Nº 20530 o Cédula Viva de febrero de 1974


Según los manuales de economía forman parte de la población económicamente activa las personas que trabajan y por tanto ni los menores de edad, ni los ancianos. Dentro de esa categoría de personas que el Estado debe proteger en sus derechos fundamentales se encuentran también las personas jubiladas y sus sobrevivientes: viudas e hijos. Que bueno que se haya encontrado a una categoría de 24 personas que no debería haberse acogido a la Ley 20530, sin embargo un estado democrático como el estado peruano no debería tratar de subsanar un error legal de hace casi dos décadas, vulnerando los derechos fundamentales de un grupo de ciudadanos indefensos como lo son las viudas. Estas son personas de edad avanzada o hijos que no se encuentran en la capacidad de trabajar.

Este revisionismo legalista apunta a castigar a justos por pecadores. Que bueno que se intente subsanar y corregir errores, siempre y cuando no olvidemos que el fin último de las leyes no es la ley en sí misma, si no la persona humana. También nuestra Constitución política tiene como fin supremo a la persona. Es bueno que las normas se revisen y mejoren en el tiempo y es bueno que se castigue a quienes intentan manipular  las leyes, sin embargo castigar a las viudas reduciéndoles lo que para ellas es un derecho adquirido, el pago de sus obligaciones mensuales es injusto y abusivo.  Es curioso que este revisionismo legalista no se haya llevado a cabo inmediatamente y solo se discuta y se haga en momentos preliminares a las elecciones. ¿En qué país democrático del mundo se modifica o siquiera se toca la pensión de una persona viuda una vez que la administración ya ha comenzado a distribuirle sus beneficios mensuales o peor aun, después que la persona de edad avanzada, con dificultades para movilizarse o mudarse ya adquirió gastos y responsabilidades fijas?  En sociedades realmente democráticas, esto sería un escandalo y seguramente la opinión publica no lo permitiría, sin  embargo en el Perú ésta es la segunda o tercera vez que a las viudas de los congresistas acogidas a la Ley 20530, el Estado les reduce su pensión de sobrevivientes. Estos cambios repentinos acaecidos durante el segundo gobierno de Alan García en el Perú (2006-2011) y no corregidos hasta el momento, han resultado en una reducción de más del 50% en relación a la pensión que recibía este grupo de personas hasta julio de 2004. Asombroso pero cierto, teniendo en cuenta que gracias a otra ley abusiva, las pensiones de las viudas en sí solo equivalen al 50% de lo que el ex-congresista recibía como pensión de jubilado estando vivo. Esto tomando en consideración  que no corren la misma mala suerte las viudas de los funcionarios de altos cargos en el Ejército.
¿A quienes busca impresionar el revisionismo de este Decreto ley?. ¿A quienes protegen nuestros legisladores si son capaces de  desproteger al indefenso, vulnerarlo en sus derechos fundamentales, quitarle el pan de la boca, la posibilidad de solventar de manera digna su salud y su vejez,  so pretexto de un error administrativo o político que jamás estuvo bajo el control de los ahora afectados?


Podríamos hablar de abuso de poder en contra del indefenso, de discriminación y de falta de respeto a los derechos humanos. Lo cierto es que hay un centenar de jubilados y viudas de jubilados del Congreso de la República los cuales no pueden seguir solventando un juicio injusto que ya lleva más de nueve años de proceso en los pasillos de Palacio. La pregunta que nos hacemos ahora es si Dios hará o no sentir su voz a través del nuevo Defensor del pueblo.