Ministra Aida Garcia Naranjo |
¿Y en realidad qué ganamos buscando culpables? La desgracia ocurrida en Cachachi, Cajamarca esta semana no solo es una tragedia para los padres de los tres niños fallecidos. Es también una desgracia para el comité escolar de madres de familia del PRONAA, para el MIMDES y para el Estado. Salvo prueba contraria, no vamos a creer que alguien se alegra con esta noticia o que ha sido un crimen perpetrado con dolo y alevosía. Esta desgracia y la forma como se viene manejando por los medios de comunicación es una prueba de lo equivocados que están quienes desde un periódico o un canal de televisión pretenden utilizar la noticia con fines sicológicos y políticos.
Existen dos hipótesis. La primera es la expuesta por la Sra. Aida García Naranjo, vocera del gobierno y del MIMDES. Ella explica que existen serios indicios que la intoxicación provino no de los alimentos distribuidos por el PRONAA hasta el día 25 de agosto, sino de la preparación posterior de los mismos por un comité de madres de familia en un balde que contenía sustancias fosoforadas. Los análisis de laboratorio darán el veredicto final acerca de esta teoría muy pronto. La otra hipótesis es la de culpar a las autoridades por ser poco vigilantes ya que de una manera u de otra el PRONAA es el responsable no sólo de la distribución sino de la preparación de los alimentos por los comités escolares de madres. Ya se habla inclusive de interpelar a la Ministra de la Mujer, Aída Naranjo es decir de personalizar el incidente para encontrar a un responsables político y poder castigarlo.
Y es que vivimos en el país de las acusaciones, las quejas y los castigos cuando sería mucho más sencillo proponer soluciones, políticas preventivas y políticas curativas. Ya se cortó la cabeza del Director del PRONAA, Dante Mendoza, para acallar las críticas contra el MIMDES y por haber tenido la ´´mala idea´´ de darle S/.300 en efectivo a los padres de los tres niños fallecidos que con lágrimas en los ojos le pidieron ayuda pecuniaria para enterrar a sus hijos durante su visita a Cachahci. Algunos medios lo acusaban maliciosamente de haber intentado ´´sobornar´´ a los padres de familia. ¿Entonces el sentir compasión y darle al que pide como un acto privado se ha convertido en un peligro para cualquier funcionario? A nadie se le ha ocurrido que lo que hay que replantearse es la metodología en la distribución de los alimentos y la filosofía que anima a la mayor parte de los programas sociales. Si los alimentos que van a ser donados han pasado los controles de calidad entonces por qué no son distribuidos directamente a los padres de familia para que estos como ciudadanos responsables los preparen dentro de su hogar o dentro de sus comunidad familiar? Sería más democrático e ´´inclusivo´´ dejar que las familias asuman esta responsabilidad. El Estado debe asumir su responsabilidad, pero ojo, los ciudadanos que reciben la ayuda también, ¿o es que acaso una mentalidad equivocada nos impide otorgarle a nuestros campesinos la calidad de ciudadanos responsables y mayores de edad?
Rocío Valencia H.
Lima, 27 de setiembre del 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario